En Medicina estética

Una de las partes del cuerpo que más delatan nuestra edad es, sin duda, el contorno de los ojos. De hecho, las primeras arrugas y líneas de expresión suelen aparecer en esta zona.

Se trata de las conocidas como ‘patas de gallo’, las cuales pueden manifestarse incluso en edades muy tempranas debido a la fragilidad de la piel de alrededor de los ojos y la gesticulación. El problema es que, con el paso del tiempo, estas arrugas en los ojos estarán cada vez más marcadas y serán visibles en reposo (sin gesticular).

Lo mismo sucede con las arrugas del entrecejo, ya que son marcas que principalmente surgen por gestos involuntarios que realizamos a diario en incontables ocasiones como fruncir el ceño al enfadarnos o mostrar sorpresa o bien apartar la mirada cuando una luz nos molesta.

Además, con la edad, los cambios en los músculos, la piel y la grasa de esta zona hacen que haya la sensación de cejas caídas.  

Es por todo ello que estas arrugas y la ‘caída de las cejas’ acaban dando un aspecto envejecido, triste y cansado a la mirada, mientras que las marcas del entrecejo nos hacen parecer permanentemente enfadados o preocupados.

La buena noticia, para quienes no quieran pasar por quirófano, es que hoy en día contamos con tratamientos para rejuvenecer la mirada sin cirugía. De hecho, suelen ser la principal técnica de elección para estos casos.

Eso sí, siempre que estemos hablando de arrugas y elevación o rediseño de cejas, ya que para corregir párpados caídos o bolsas, la blefaroplastia seguirá siendo la opción más indicada.  

 

Eliminar las arrugas de los ojos con bótox

A estas alturas, seguro que has oído hablar de los tratamientos con toxina botulínica. Sin embargo, puede que no sepas exactamente qué es el bótox.

A grandes rasgos, se trata de una sustancia que, al inyectarla en puntos estratégicos del rostro, nos permite relajar los músculos parcialmente y, por tanto, atenuar o quitar las arrugas de expresión.

Precisamente, eliminar las patas de gallo y las demás arrugas en los ojos es una de las principales aplicaciones del bótox y donde esta técnica consigue mejores resultados. Asimismo, médicos y cirujanos estéticos recurrimos a la toxina botulínica para levantar las cejas o cambiar su forma para corregir el efecto cejas caídas o suavizar la expresión del rostro.  

De este modo, el cambio que conseguimos con el tratamiento con bótox en esta zona es el de una mirada más despierta, abierta y rejuvenecida, sin signos de cansancio. Todo ello, de forma muy sutil y sin alterar la expresión natural de la persona.

Paralelamente, al eliminar las arrugas del entrecejo, se suaviza el gesto de enfado o preocupación, lo que le da un aspecto más dulce y relajado a la mirada.

 

Prevenir las arrugas con bótox

A la pregunta de mis pacientes sobre a qué edad se recomienda el bótox, lo cierto es que no puedo darles una respuesta concreta. Es decir, dependerá de cada persona.

Aún así, lo ideal sería empezar una vez comiencen a manifestarse las primeras arrugas de expresión (cuando quedan marcadas al gesticular) y, por tanto, antes de que se conviertan en arrugas estáticas (cuando ya son fijas, sin gesticular). Por tanto, es alrededor de la treintena, aproximadamente, cuando podría estar indicado empezar con las primeras sesiones.

Además, un efecto del bótox desconocido para muchos es que ayuda a prevenir las arrugas. Es decir, al ‘relajar’ la arruga, evita que esta se vaya marcando cada vez más y, por tanto, es como si se congelará el tiempo mientras la persona lo está utilizándolo.  

Así pues, si eres joven pero te preocupan las arrugas de los ojos, una dosis justa de bótox no solo te ayudará a suavizarlas, sino a retardar el hecho de que estas se vayan pronunciando cada vez más.

 

Tratamiento con bótox: paso a paso

El tratamiento con bótox consiste básicamente en inyectar pequeñas cantidades de esta sustancia, con una aguja muy fina, en puntos estratégicos del rostro. Concretamente, allí donde la actividad muscular es excesiva.

Eso sí, para conseguir un buen resultado con bótox, es imprescindible que quien realice el procedimiento tenga profundos conocimientos de anatomía facial y un dominio de la técnica para saber cómo y en qué cantidad hay que administrarse en cada persona. De lo contrario, se podrían crear asimetrías o una expresión poco natural.

En cuanto al tratamiento en sí, no es necesario utilizar anestesia, se realiza de forma ambulatoria y las precauciones después del bótox se limitan a no masajear la zona infiltrada en las dos horas siguientes.

Si bien es cierto que posteriormente puede aparecer algún pequeño hematoma, inflamación o enrojecimiento, estas marcas desaparecen al cabo de poco tiempo y se pueden disimular fácilmente con maquillaje. Así pues, el bótox no deja ningún tipo de cicatriz.

Por lo general, con una sesión es suficiente para ver los primeros resultados. Aún así, puede que haya que hacer algún retoque en los siguientes días, cuando su efecto ya sea el definitivo.

Respecto a cuánto dura el bótox, suele tratarse de unos cuatro o seis meses. Sin embargo, dependerá del grosor de la piel, la profundidad de las arrugas y la potencia de los músculos faciales de cada persona, entre otros factores.

También hay que tener en cuenta que la repetición del tratamiento hace que su aplicación se pueda ir distanciando en el tiempo porque los músculos se contraen con menos fuerza y, por tanto, las arrugas tardan más en aparecer y están menos marcadas.

Como el rostro, al igual que la mirada, debe tratarse de una forma global para conseguir resultados naturales, podemos recomendar también combinar el tratamiento de bótox para las arrugas de los ojos con rellenos de ácido hialurónico, peeling químicos o mesoterapia facial, entre otros.

 

¿Miedo al bótox?

A pesar de ser uno de los tratamientos de estética más solicitados, la toxina botulínica sigue teniendo una muy mala reputación. De hecho, cuando aconsejo por primera vez a mis pacientes el uso de bótox para eliminar arrugas, muchos de ellos se muestran escépticos y me trasladan sus miedos y reticencias respecto a este procedimiento.

Como imaginaréis, casi todos ellos son infundados y basados en falsos mitos que nada tienen que ver con la realidad. Pero, entonces, ¿por qué tiene tan mala fama el bótox? Pues bien, hay que reconocer que, si pensamos en ello, a todos seguro que nos vienen a la mente algunos nombres de actores y celebridades que perdieron la expresión de su rostro por un abuso de bótox o una utilización inadecuada.  

Obviamente, está claro que se puede producir un mal resultado con el bótox. Pero esto no es culpa del tratamiento en sí, sino de la técnica empleada y de quien lo aplica. De hecho, bien utilizado y con la dosis justa, se consiguen resultados tan satisfactorios, discretos y naturales que se trata de uno de los tratamientos de estética que más repiten los pacientes.

Respecto a si es seguro el bótox, su perfil de seguridad ha sido ampliamente evaluado y hay infinidad de estudios que lo garantizan. En ese sentido, aunque muchas veces se desconozca, cabe señalar que los tratamientos con toxina botulínica no solo se utilizan en estética para eliminar arrugas, sino que llevan décadas utilizándose con éxito con fines médicos.

Así pues, como decíamos antes, el bótox no causa efectos indeseados cuando se emplea adecuadamente.  

No obstante, cualquier duda que puedas tener respecto al bótox, tanto mi equipo como yo estaremos encantados de poder resolverla. Tan solo tienes que reservar una visita valorativa gratuita en mi consulta de la clínica de cirugía estética en Barcelona (Clínica Corachan).

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