La operación de aumentar el pecho con implantes, se ha convertido en la intervención más demandada en nuestro medio.
El pecho en la mujer actual se ha convertido indiscutiblemente en un cánon de belleza y de ahí que en algún momento todas nos planteemos la posibilidad de mejorarlo.
El aumento de mamas es la operación «estrella» para el cirujano plástico porque a parte de ser la más demandada también es muy satisfactoria en cuanto a resultados.
Por otro lado las casas comerciales de implantes han trabajado duro en desarrollar prótesis de mucha mayor calidad y durabilidad.
Hoy disponemos de implantes redondos, anatómicos de diferentes medidas y proyecciones y esto hace que podamos personalizar e individualizar la indicación en cada paciente.
A pesar de ser una cirugía a la que estamos acostumbrados y que dominamos, siempre hay detalles que debemos tener en cuenta para conseguir el mejor resultado posible.
¿Por qué unas prótesis pueden quedar «altas»?
Si después de la cirugía de aumento de mamas, cuando te miras al espejo, al cabo de un mes, observas que las prótesis están altas, lo más probable es que el cirujano plástico haya disecado un bolsillo muy ajustado, y si con el proceso inflamatorio y la formación de la cápsula se reduce unos milímetros ocurre que puedes verte las prótesis un poco altas. Si trabajamos con prótesis anatómicas habéis de tener en cuenta que hemos de realizar bolsillos del tamaño exacto a la prótesis elegida para evitar complicaciones como la rotación. Esta situación generalmente no molesta a la paciente, y es más una apreciación nuestra, de especialista, en las visitas postoperatorias.
Hay otra situación: colocación de prótesis a través de la via axilar en un plano submuscular. Esta es una via «ciega», es decir la disección del bolsillo se hace a distancia. Se aborda el músculo pectoral mayor y se hace el espacio donde insertaremos el implante, pero hay varias consideraciones. El músculo pectoral no se desinserta y por lo tanto comprime o sujeta el implante como si se tratara de un «bañador de nadadora», impidiendo a veces que descienda hasta el surco mamario a pesar de la colocación de una banda externa que ayude a conseguir dicho objetivo. Por otra parte el uso de prótesis rugosas o texturadas dificulta también este descenso. Para mi, colocar prótesis anatómicas via axilar es «misión imposible» porque aumenta el riesgo de asimetria entre ambos pechos.
Hay otra consideración, y es que a veces cuando colocamos los implantes a nivel subpectoral, la propia contracción muscular puede desplazar la prótesis hacia arriba y lateral y no siempre de forma simétrica entre ambos lados o ambas mamas.
Una vez que la operación de aumento de mamas la catalogamos como un éxito, ¿qué pasa a medida que transcurre el tiempo?
Con el paso del tiempo hay factores a tener en cuenta, de entre ellos casi el fundamental es el embarazo-lactancia que produce cambios de volumen en la glándula que se pueden traducir en flaccidez cutánea, y en un descolgamiento o deslizamiento del tejido glandular mamario sobre la prótesis y su cápsula provocando visualmente como dos planos: la prótesis alta, arriba, queda donde estaba y la mama con el complejo areola-pezón más bajo. En este caso ha sido la evolución al cabo de los años lo que ha hecho que la prótesis que inicialmente quedó perfecta se vea «alta» aunque en realidad está donde le toca estar. Es en estos casos en que la solución será hacer una pexia o recolocación del tejido glandular más alto, a nivel de la prótesis.
Y, por último la otra situación en la que las prótesis se ven altas es una «complicación» a largo plazo del aumento mamario. Es decir, cuando se produce el encapsulamiento o rechazo del implante o una reacción inflamatoria secundaria a una rotura de prótesis. Es en esa situación en la que el organismo aísla el implante, lo comprime provocando a veces dolor y en definitiva lo aísla del tejido mamario circundante. En realidad es una reacción «defensiva», tu propio cuerpo te está indicando que debes proceder a la retirada de ese implante.
La respuesta a la pregunta que nos ocupa es: Pueden quedar altas desde el inicio, la evolución de la cirugía mamaria a largo plazo puede hacer que «se vean altas», y la complicación del «rechazo» al implante hará también que se rompa la armonía entre el tejido mamario y la prótesis.
Todo tiene solución. En cirugía, siempre intentamos que el resultado quede perfecto, pero un cirujano plástico es humano y puede equivocarse, y a veces son complicaciones evolutivas y propias del cuerpo humano, no previsibles, pero que se pueden solucionar siempre.